domingo, 8 de diciembre de 2013

 Vencer a la vergüenza

Pienso que este título al que me he querido referir para hablar del tema siguiente, hay que tomárselo muy enserio y aplicarlo continuamente, es decir, cada vez que aparezca esa vergüenza , esa cosita en el estómago que no nos deja ni vivir, vencerla sin ningún problema.
 A continuación voy hablar un poco de un proyecto que hemos llevado a cabo por el profesor de filosofía y pienso que nos ha servido de gran ayuda.
El proyecto del que he nombrado antes se refiere a que teníamos que disfrazarnos para ir al instituto y experimentar esa vergüenza y muchas cosas más que iré contando.
Yo me quedaba alucinado cuando empezaron a disfrazarse todos mis compañeros los primeros días, cuando entraban en la puerta del instituto todo el mundo se quedaba mirando y observando con atención, y yo pensaba que cada vez me quedaba menos tiempo hasta que me toco a mi ese día fue espectacular y a pesar de que no iba ser de esa manera antes de que llegara el día, y ahora voy a contaros mi experiencias.


El día antes de vestirme aquella noche me quede frente al espejo con el disfraz que iba ponerme y me decía ¿mañana de verdad que voy a ir al instituto con este disfraz? Mi contestación a esta pregunta os la daré después cuando cuente toda mis experiencias, cuando llega ya la mañana empiezo a vestirme prepare la maleta y cuando estaba dispuesto a salir por la puerta empecé a mirar por la puerta a ver si salía o entraba alguien de la calle para no salir, cuando vi el momento salí hacia la calle donde me estaba esperando el coche de Elena que siempre vamos juntos para el colegio, nada más que salí de la puerta me encontré a un basurero , y este se queda alucinado y dejo de barrer, yo empecé a andar rápido hacia el coche. Después llegue al instituto y sentía que todo el mundo me observaba con atención y preguntándose que hacia vestido , yo pasé en ese instante vergüenza pero a la ves un poco como que era la atención de tantísimas personas, empezó ya a darme igual y llego un momento en que me sentía como que ya no llevaba el disfraz aunque cuando llegaban los profesores se reían y ya te acordabas otra vez.
La conclusión que he llegado de todo esto, que no debemos muchas veces tener vergüenza por las apariencias  que puedas dar, el ejemplo del disfraz es muy relativo pero por ejemplo un ropa que te guste que no te la quieras poner porque la gente te va está mirando y criticándote no debes de venirte abajo y seguir hacia delante con tus pensamientos y tu forma de ser.
Lo más importante que no os cambie de manera de pensar ni de creer ni de actuar las personas, que realmente lo que quieren es el mal para ustedes.


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